Los niños sienten que son raras las ocasiones en que la escuela no es aburrida, es decir, que sea emocionante.
Echemos un vistazo a lo que pueden ofrecer los
docentes en sus lecciones para que los alumnos se sientan más a gusto con la
escuela
1. Profesores divertidos
La mayoría de los niños coinciden en que el humor es
una herramienta de enseñanza que les funciona. Algunos alumnos cuentan sus
experiencias con docentes divertidos. Por ejemplo: a una profesora de ciencias
le gusta prender fuego a su mesa de laboratorio. Otro ha utilizado una
pistola de malvaviscos en manifestaciones.
El sentido del humor es una herramienta de
enseñanza seria.
Los profesores tienen la tarea de involucrar a
su audiencia, presión que puede intensificarse cuando tiene material seco para
cubrir. ¿Pueden hacer una broma ahí? ¿Una anécdota? ¿Qué tal un truco
de algún tipo?
Seguro que los adultos, vamos a coincidir en que la
lista corta de los recuerdos vívidamente en nuestros tiempos de clases, son
aquellos en los que más nos reímos.
2. Excursiones y trabajos grupales
Esto puede ser impactante, pero a los niños les
gustan las excursiones. La mejor forma de romper la monotonía de la
escuela es subirse a un autobús y salir a recorrer la ciudad. Honestamente,
¿qué es más emocionante: una lección de historia en el aula o un viaje para
visitar un museo o los lugares históricos? ¿Una conferencia sobre el
gobierno estatal o un recorrido por los edificios estatales?
Otra estrategia que puede ir individualmente o en
conjunto con las excursiones o por separado, y que a los niños les agrada
mucho, es el trabajo
en grupo en el aula.
Con estas actividades, los alumnos salen de la
monotonía clásica del aula donde deben escuchar a un docente durante horas
3. Que los alumnos se ensucien las manos
Consultados los alumnos, una de las afirmaciones
más recurrente es: “Las mejores lecciones son prácticas”
Ahora seamos realistas. Es probable que las
lecciones de contenido no incluyan la disección de ranas o la creación de un
proyecto de arte (aunque no están fuera del ámbito de lo posible). Sin
embargo, muchos docentes son capaces de encontrar formas de inyectar algunos
momentos de "conectar los puntos" en el contenido que crea.
Las posibilidades son muchas. En lugar de
abordar la tarea como algo en lo que el trabajo consiste en impartir una lección, las clases que a los niños
más les gustan son en las que pueden
involucrar la imaginación.
Comentarios
Publicar un comentario